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Economía Digital en Colombia

Economía Digital en Colombia

Qué es tecnología digital

La tecnología es un concepto muy amplio, histórico, que tiene que ver con la esencia humana y la idea de progreso. Desde la Revolución Industrial, la producción y el consumo de energía se multiplicaron y empezaron un proceso de varias fases, donde pasó a la fase digital. La fase digital es aquella donde la tecnología se basa en los transistores que generan impulsos eléctricos que representan unos y ceros, los cuales sirven para representar números en el sistema binario. Este sistema a su vez se puede representar en sistema octal, hexadecimal y decimal, que se puede almacenar de manera temporal o permanente en forma de datos. Este proceso empezó en 1947 en Bell Labs, y fue la base para los futuros semiconductores y los lenguajes de programación.

Algunos analistas sostienen que hasta hoy hay cuatro Revoluciones Industriales en la historia humana, como Klaus Schwab del Foro Económico Mundial. Otros sostienen que estamos en la Sexta, como el Detlef Reis del Instituto Edelsen. Puede ser un análisis cercano a la realidad pero es rebatible, especialmente en Colombia donde hubo un proceso temprano de desindustrialización sin predominio del sector digital.

Por qué es importante

Palabras de Carl Sagan: “hemos organizado una sociedad basada en ciencia y tecnología, y nadie entiende ciencia y tecnología, y esta mezcla combustible de ignorancia y poder tarde o temprano va a explotar en nuestras caras”. Carl Sagan se refiere a este proceso sin precedentes en la historia donde la tecnología está jugando un rol predominante en la sociedad y el planeta, y no hay suficiente análisis sobre sus consecuencias, y sobre la gobernabilidad de este proceso.

Las sociedades que han desarrollado tecnología avanzada han logrado liderazgo mundial, tanto por los resultados como por el modelo de negocio. Los resultados se han materializado en soluciones tecnológicas esenciales para la sociedad actual, como las comunicaciones y la automatización. Y el modelo de negocio se refleja en la conformación de fuentes de conocimiento e investigación, de semilleros empresariales, de fuentes de financiación públicas y privadas, de un sistema de propiedad intelectual, a niveles nacional y regional. Se fundamenta en la teoría de Joseph Schumpeter sobre innovación y destrucción creativa. El modelo norteamericano es propenso a la conformación de monopolios. La Unión Soviética colapsó económicamente al quedar por fuera del desarrollo del sector digital. En su momento con el auge de los sistemas operativos de software, no estableció un modelo de negocio ni logró unos resultados notables.

Planear el ecosistema

La importancia de la tecnología digital ha promovido la idea de planear el sector y organizarlo como un ecosistema. Diferentes análisis proponen diferentes esquemas de planeación y organización del sector. Es esencial para la innovación, la creación de valor y la importancia estratégica para los Estados, que son sus principales objetivos.

Definición de ecosistema o sistema ecológico: en este caso, los actores que se relacionan en determinado medio para un fin objetivo. La propuesta principal establece un sistema dentro del contexto mundial, económico, político y social, por eso el uso del sistema ecológico. Está conformado por actores identificados a lo largo de su desarrollo que se dividen el trabajo con los objetivos anteriores.

Actores: técnicos, administradores, clientes, inversionistas, gobiernos, sociedad civil, consumidores:

  • Los técnicos son aquellos expertos en diseñar, construir y mantener la infraestructura digital que cumple diversos objetivos de manera transversal en sectores de la economía, a veces organizados en comunidades digitales
  • Los inversionistas son las fuentes de recursos financieros para el proceso de construcción de la arquitectura digital, de origen privado, que buscan generar rendimientos como fondos de inversión
  • Los clientes son las organizaciones que requieren soluciones a unos problemas específicos dentro de un sector de la economía o la sociedad
  • Los consumidores son los beneficiarios de la solución digital contratada por los clientes
  • Los administradores son los coordinadores de ese proceso de diseño, construcción y mantenimiento con los clientes y sus inversionistas
  • Los gobiernos ejecutan políticas públicas establecidas por las ramas del poder estatal
    • Un objetivo es la investigación científica y el desarrollo técnico
    • Muchas veces regulan de manera retrasada respecto al avance de la implementación de la tecnología digital
    • También pueden ser inversionistas, clientes, consumidores
  • La sociedad civil, no necesariamente directamente beneficiada como los consumidores, pero que juegan un papel dentro de la gobernanza
    • Son ciudadanos organizados a nivel gremial o político

El ecosistema se debe planear no solo para el modelo de negocio e innovación sino previendo el consumo energético e impacto ambiental, algo que no ha hecho hasta ahora. Actualmente hay esfuerzos dentro del mismo ecosistema para diversificar las fuentes energéticas y que causen menos impacto global, pero se encuentran atravesando diferentes obstáculos mientras se reduce el tiempo de respuesta.

El modelo de negocio

Objetivo del modelo de negocio predominante: Generar valor financiero y técnico, en ese orden, a partir de la apuesta por parte de inversionistas y técnicos interesados en generar altos rendimientos, por la siguiente innovación tecnológica en el mercado.

Se han conformado un conjunto de poderosas empresas tecnológicas transnacionales llamadas Big Tech. Su origen es el modelo de negocio de Silicon Valley en Estados Unidos, el modelo ha sido replicado en varias partes del mundo con suficiente inversión de capital y conocimiento ―En China funciona ahora similar. Ha sido esencial el impulso estatal, como el caso del internet o el iPhone. Se considera que en casos especiales tienen más poder que los gobiernos nacionales y organismos multilaterales. Los resultados del funcionamiento de la tecnología digital han trascendido las normas y dejado en el limbo muchas veces esquemas tradicionales de negocio.

Los sectores digitales de las economías periféricas han jugado un papel secundario, en Colombia ese modelo de negocio no le ha dejado ningún beneficio. El principal modelo de negocio en Colombia es la llamada Transformación Digital. La Transformación Digital en Colombia se ve como la necesidad de incorporar tecnología digital para mejorar la productividad empresarial y los procesos del Estado, agnóstica al origen de la tecnología. Partes del proceso de la Transformación:

  • Cerrar la brecha de internet
  • Adaptación al teletrabajo
  • Certificación en herramientas digitales
  • Generación de mano de obra calificada para el sector
  • Cambio de esquema educativo
  • El uso de comercio electrónico

En ese sentido, no se entiende la Transformación Digital como un modelo de innovación sino de adaptación. Si bien la transferencia tecnológica es un proceso económico esencial para la productividad, los indicadores económicos no muestran una relación clara de la Transformación Digital con el crecimiento económico. Se han beneficiado principalmente las Big Tech que son quienes transfieren la tecnología pero con estrictas reglas de propiedad intelectual (ver casos de Google, comercio electrónico y de plataformas de streaming).

El sector digital en Colombia no es predominante en el crecimiento económico o las exportaciones.

PIB 2021: $1.193 billones:

  • PIB per cápita: $23 millones
  • Comercio al por mayor y al por menor, reparación de vehículos, transporte y almacenamiento: $215 billones
  • Administración pública y defensa: $180 billones
  • Industria manufacturera: $133 billones
  • Agricultura: $91 billones
  • Actividades profesionales, científicas y técnicas: $36 billones (3 %)
  • Información y comunicaciones: $32 billones (2.6 %)

Dentro de la cadena de valor global, Colombia aporta poco dentro de la creación:

  • Colombia agrega valor muy por debajo de Brasil y Argentina
  • En exportaciones de programación de computadores, consultoría y actividades de servicios de información (2019):
    • Colombia exportó USD $260M
    • Chile, USD $256M
    • Argentina, USD $1.457M
    • Brasil, USD $2.036M
    • China, USD $3.5203M
  • Estados Unidos, USD $57.270
  • En valor agregado doméstico materializado en demanda final extranjera en programación de computadores, consultoría y actividades de servicios de información (2019):
    • Colombia agregó USD $329M
    • Chile, USD $602M
    • Argentina, USD $1.311M
    • Brasil, USD $3.398M
    • China, USD $24.629M
    • Estados Unidos, USD $71.474

La propuesta para Colombia

  • Generar espacios permanentes de encuentro académico a nivel subcontinental sobre educación y formación en ciencia y tecnología
  • Promover un bloque latinoamericano de investigación científica en sectores específicos como energía, física cuántica, exploración espacial, al estilo de la Unión Europea
  • Promover la conformación un ecosistema regional de innovación tecnológica, con reglas claras de propiedad intelectual, incluyendo inversión pública, inversión privada, y participación de la sociedad civil
  • Que los gobiernos de la región generen incentivos para la inversión financiera regional en desarrollo tecnológico
  • Aumentar la financiación estatal a la investigación científica y el desarrollo en Colombia
  • Fortalecer las comunidades digitales con incentivos privados o respaldo estatal, que promueva la permanencia en la región de la fuerza productiva
  • Que Bogotá sea un nodo de ese ecosistema regional de innovación

Radiografía de la Ingeniería Informática en Colombia (I)

Fuente: Telegeography
Fuente: Telegeography

En un artículo publicado recientemente en el portal Quartz encontré un análisis de la actual crisis de las bolsas de valores internacionales o Lunes Negro. Allí se compara este hecho con el día después de una fiesta pasada por tragos adonde todos los países fueron invitados. El mensaje consistía en culpar de la resaca del día siguiente a los borrachos de la fiesta y no a los proveedores del licor, análisis con el que estoy de acuerdo.

La borrachera en este caso es el déficit comercial de los países quienes, en una política de libre comercio frente a los proveedores de licor, sufrieron de mayores importaciones que de exportaciones, afectando así su economía interna por el déficit fiscal y endeudamiento externo. Esto sin contar con los efectos de la revaluación de la divisa norteamericana particularmente en el caso de Colombia. A esto es a lo que los gobernantes han sometido a los países, y bien podríamos decir que estos reciben una recompensa de aquellos por someterlos a un exceso de copas.

Pero hay una diferencia entre los borrachos que se excedieron en trago fino con los pasados en licor barato, y es que unos financian su alcoholismo con mercancías de alto valor agregado mientras los otros hacen lo contrario. Los de menor valor agregado en este caso podrían ser los latinoamericanos que suministran al dueño del bar, por ejemplo, implementos de aseo. Naturalmente que este no le interesan estos implementos cuando se le ha agotado el alcohol, luego deja de comprarlos a cambio de mayor licor para la próxima fiesta.

En este caso los países latinoamericanos, para lograr venderle al dueño del bar sus productos, podrían disminuir los precios de estos, so pena de recibir menores ingresos. Efectivamente eso es lo que ha pasado con los commodities que son los principales productos de exportación de este continente. Colombia en particular sufre un doble problema en esta fiesta: uno es el hecho de ser alcohólico y el otro es no tener como financiar sus borracheras. No es exagerado para los que hemos conocido adictos al alcohol, que por este vicio han arruinado su hogar.

Con base en este escenario, al cual se le podrían añadir más situaciones, planteo la necesidad de afrontar este doble problema. Recibir un tratamiento contra el alcoholismo y empezar a recibir ingresos de otras fuentes con mayor valor agregado, son dos retos que busco plantear con este análisis sobre la política tecnológica.

Actualmente considero que la política tecnológica de Colombia está direccionada por la misma que determina la economía nacional, y es la dependencia de otros países. Nuestro país fundamentalmente no produce nada en este sector, y encaminados en eso, estamos sometidos a las determinaciones de las empresas y los Estados en esta materia, en términos legales, técnicos y económicos.

Es el caso del espionaje denunciado por Edward Snowden, quien como ex funcionario de la Agencia Nacional de Seguridad de los EE. UU., señala que la mayoría de las comunicaciones está interceptada por este país. De igual manera lo asevera el fundador de Wikileaks, Julian Assange. Esto es posible gracias a que estos países suministran la tecnología de comunicaciones, son propietarios de los protocolos, y están protegidos legalmente para ocultar su diseño.

Otro caso es el de la conocida Ley Lleras, que no fue otra cosa que el trámite en el Congreso colombiano para ajustar las leyes a las normas establecidas en el Tratado de Libre Comercio. Como se habían adelantado durante varios años en la Organización Mundial de Propiedad Intelectual normas para definir las patentes en esta materia, fueron incorporados en el TLC con el país norteamericano, y están elaboradas con los intereses de las empresas más grandes de tecnología.

Lo anterior fue una motivación para abordar el tema de la dependencia tecnológica y sus consecuencias para un país como Colombia. En siguientes publicaciones abordaré en detalle una propuesta general para revertir esta situación, la cual no busca ser una verdad revelada, sino el establecimiento de un esquema de trabajo. Me enfocaré en la carrera de Ingeniería de Sistemas, sin olvidar el papel de otras ingenierías como la Electrónica o la Eléctrica. La necesidad es ofrecer una respuesta a la crisis existencial de esta profesión dentro de este proyecto nacional.

El Rumbo Científico

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Un reciente artículo del profesor Moisés Wasserman me hizo recordar una tesis que considero fundamental acerca del rumbo de nuestro país: Colombia se dedicó a consumir la ciencia y tecnología que otros países producen, perdiendo así la oportunidad de destacarse en la región o en el mundo como líder en estos campos del conocimiento.

Para algunos el liderazgo regional o mundial es cuestión solamente de un adecuado manejo económico y geopolítico, de un carismático líder, de la cultura y tradición nacionales, etc. Así lo recuerda el profesor Wasserman cuando España no cultivaba artes “mundanas” que sí hacía Inglaterra. Yo hago una consideración sobre este enunciado, y es que la ciencia y tecnología han jugado un papel fundamental en la conformación de las actuales potencias mundiales.

Algo de historia

Colombia iba hacia una tradición científica desde el momento en que se fundó la Expedición Botánica en el siglo XVIII. Entretanto ya se habían establecido cátedras de Jurisprudencia y Teología en los seminarios fundados en la colonia española.

La pacificación de Morillo en pleno proceso revolucionario además de buscar la reconquista por parte del reino español, quería aplacar los elementos revolucionarios en los nuevos descubrimientos científicos, soportados en avances tecnológicos de la época. En ese interregno cayeron los prospectos más importantes de la colonia, patrimonio de lo que hubiera sido la tradición científica nacional.

En vista de que el desarrollo de la ciencia quedó huérfano, y que se mantuvo por otra parte la tradición en formación en derecho y teología, estas áreas echaron raíces en lo que hoy son los claustros más importantes de educación superior en Colombia.

La muestra más fehaciente del terreno perdido en estos términos fue la construcción del Canal de Panamá. Aquella obra magna que cobró muchos sacrificios, la independencia de un país y la conformación de un nuevo orden mundial, habría podido contar otra historia si los que hubieran incursionado en una expedición hubieran sido los ingenieros nacionales.

Los mitos y la realidad

“En Colombia, según informe del MEN, en el 2012 el 49,5 por ciento de los títulos fueron en derecho, ciencias sociales, administración y economía; 2,5 por ciento, en ciencias agrarias, y apenas 1,6 por ciento en matemáticas y ciencias naturales (que incluyen física, química, geología y biología). Más grave aún, la tendencia de crecimiento anual fue cercana al 8 por ciento en las disciplinas sociales, apenas 4 por ciento en matemáticas y ciencias y decrecieron un 1 por ciento en ciencias agrarias.”

Otras notas periodísticas señalan el déficit en ciertas áreas de ingeniería como la Ingeniería de Sistemas.

Pero lo más grave es la falta de poner en contexto el conocimiento científico. En la época de la Expedición, el conocimiento era un arma esgrimida contra el enemigo externo que sometía el pueblo a la colonia. Hoy en día, tanto ingenieros desarrollan actividades puramente técnicas sin ningún objetivo común con la nación, como legisladores y profesionales en otros campos desdeñan las ciencias básicas y la tecnología como soporte a un proyecto de Soberanía Tecnológica.

También recaen prejuicios sobre los profesionales que se dedican a la ciencia y tecnología. Muchas veces se sobreestima su quehacer, como si el aprendizaje en estos campos fuera asunto de algunos superdotados. Huelga recordar que en otros países la mecánica es un asunto popular, como la revista norteamericana Mecánica Popular. Lo más parecido que tuvo Colombia a mi juicio fueron las aventuras del Profesor Yarumo, que lastimosamente también quedaron en el olvido.

El rumbo perdido

Hoy el Gobierno cuenta con algunas instituciones como Colciencias, el Ministerio de TIC, Tecnoparque, y las universidades cuentan con los grupos e instituciones de investigación. Se ha demostrado su falta de coordinación en materia de ciencia y tecnología, puesto que mandatarios de turno están sometidos al paternalismo geopolítico y de multinacionales tecnológicas, que les impide ocuparse de una estrategia de largo plazo, además de las bajas regalías de las corporaciones que explotan los recursos naturales. También estas instituciones del Estado se vuelven botines electorales o “mermelada” para aceitar las coaliciones del gobierno de turno.

Mal que bien, el Destino Manifiesto que alumbró el liderazgo de los EE. UU. hasta la actualidad, y el acicate de la Guerra Fría que le permitió llevar a cabo ideas como lo que hoy conocemos como Internet, hacen falta para que tomemos las riendas de nuestro destino en ciencia y tecnología. Los buenos salarios en estas áreas son un estímulo, pero son insuficientes si un poder macro no define una estrategia de largo plazo. ¿Recuperaremos el rumbo?